Esta es la historia de un pequeño ángel que siempre iba atareado en su trabajo. Tenía una misión ardua, que era la de cuidar a las personas enfermas. Les trataba de inspirar sanación, de ayudarles a mejorar en su salud para curar las heridas de sus cuerpos y sus almas. Todo ello lo hacía mediante sueños, señales y coincidencias para facilitar a las personas llegar a la curación de sus males. El ángel no daba abasto, siempre con muchas demandas y muchos enfermos. Un día tras realizar todo lo posible y llevando su creatividad al máximo pensó: -¿Y si en vez de ayudarlos como ángel me encarno como hombre y les ayudo más directamente? A veces, se sentía frustrado de que los hombres no le oyeran, no hicieran caso a sus mensajes y ni siquiera le tuvieran presente. Fue entonces cuando decidió proponérselo a su maestro. Su maestro le escuchó atentamente y le dijo: -Eres muy valiente, pequeño ángel, será una lección muy dura en tu aprendizaje. -Yo creo –le contestó- q
Relatos para soñar, para soñar despiertos y despertar soñando